Lo que hay por debajo
Troy Cole, director general, Stawell Gold Mines
Cuando nos desplazamos por su calle principal, Stawell se parece a cualquier otro centro regional de Victoria, Australia. Tenemos un pueblo con un campanario, un par de tiendas de ropa para hombre, un pub, una oficina de correos... casi todo integrado en edificios antiguos que fueron construidos en el siglo XIX.
Pero Stawell tiene algo más. Si seguimos subiendo por la colina, giramos a la derecha y recorremos su cresta llena de arbustos, llegamos a una imponente planta de procesamiento. Se trata de la construcción más prominente del emplazamiento, sorprendentemente compacto, de Stawell Gold Mines. Por otro lado, tenemos una serie de edificios de oficinas y talleres perfectamente dispuestos, y, al fondo del emplazamiento, una rampa de grava que desciende, con una pendiente mayor de lo esperado, a un gran agujero que puede verse en la cara de la roca.
De un modo u otro, Stawell ha sido una ubicación clave en la extracción de oro desde 1853. En aquellos tiempos, se trataba de explotaciones aluviales en Pleasant Creek. Ahora tenemos este intimidante portal en forma de arco que se dirige hacia el norte de vuelta hacia el pueblo, pero esta vez de forma subterránea a través de más de 300 kilómetros de túneles que alcanzan más un kilómetro de profundidad.
«Este lugar forma parte del Triángulo Dorado», señala el director general de Stawell Gold Mines, Troy Cole. «Stawell, Ballarat [al Este] y Bendigo [al Norte] han sido las poblaciones responsables de una producción declarada de oro de entre 70 y 80 millones de onzas. Históricamente, la región es una de las provincias con mayor producción de oro del mundo».
Y el oro está volviendo gracias a la demanda de los bancos centrales y a la percepción que se tiene de él como un valor seguro para las inversiones, pero también debido a su uso en una industria tecnológica en plena ebullición debido a la rápida adopción de la IA.
Jake McInerney, superintendente de mantenimiento de planta móvil, Stawell Gold Mines
PERO a diferencia de la explotación antigua del oro, donde bastaba con acercarse al arroyo con un caldero y una pala, ahora es necesario perforar a grandes profundidades en el subsuelo. Para hacerlo de forma rentable, se necesitan los mejores equipos, y Stawell Gold Mines quiere mostrarnos un equipo concreto.
Nos subimos en el LV perfectamente ordenado de Jack McInerney, superintendente de mantenimiento de planta móvil, con el que rodeamos la planta antes de descender a través del portal. Al entrar en la mina, la fuerte luz solar del campo da paso a una oscuridad envolvente, los faros del LV se encienden cuando giramos a la izquierda y la pendiente empieza a hacerse más pronunciada.
McInerney sigue llevándonos hacia abajo a través de galerías valladas, ventiladores ruidosos y bancos de cajas de control parpadeantes perfectamente fijadas a las paredes de la mina revestidas con hormigón proyectado.
Después de seis o siete minutos, damos una curva y podemos ver lo que parecen un par de penetrantes ojos rojos que surgen de la oscuridad.
«Hemos llegado», indica McInerney mientras ralentiza la marcha del LV. A medida que nos aproximamos, nos quedamos impresionados por el enorme tamaño de la parte posterior de un equipo perforador jumbo.
El operario Glenn Walker maniobra el equipo perforador de 14 metros de longitud en una curva del túnel y desciende otra pendiente hasta alcanzar un frente de roca. Las patas de nivelación se extienden para estabilizar el equipo perforador antes de desplegar sus dos enormes brazos, similares a las patas de una araña, para iniciar los trabajos de perforación, empernado y mallado.
Este es uno de los nuevos equipos perforadores jumbo Boomer M20 S de Epiroc adquiridos por Stawell Gold Mines. El rendimiento de este equipo perforador indicado por el software del sistema telemático Fleet+ de Epiroc y por los propios sistemas de Stawell es espectacular. La perforadora M20 logró unos impresionantes de 8390 metros de barreno perforado y ofreció una media de un 15 por ciento de mejora en metros perforados por hora en comparación con los equipos jumbo existentes en la mina... pero ver uno de ellos en directo es otra cosa.
Jeremy Sargent, superintendente minero, Stawell Gold Mines
Cole te contará que la tierra que rodea lo que se conoce como el depósito de oro de Magdala es una roca sólida, pero que esto no resulta un problema cuando se cuenta con la fuerza de la Boomer M20 S. Estas perforadoras jumbo golpean contra el techo situado metros por encima del frente de la mina, abriéndose paso sin problemas a través de los grandes fragmentos de basalto que van cayendo.
En la cabina con aire acondicoinado del equipo perforador, Walker se mueve de forma eficiente entre las dos pantallas táctiles, una para cada brazo, utilizando el sistema de control de perforadora RCS 5 para ajustarlos en un baile coreografiado subterráneo. Esto contrasta con el marcado carácter físico de los equipos anteriores.
«Estas ganancias se obtienen gracias a un menor tiempo dedicado al saneamiento y al marcado», señala McInerney. «Consiguen ese perfil tan bueno porque cuentan con el sistema de control de perforadora RCS 5, que les ofrece una referencia con la que empezar a trabajar».
El otro aspecto que sorprende cuando se observa a Walker en la cabina es la gran visibilidad de la que disfruta.
La perforadora Boomer M20 S cuenta con primer diseño sin mangueras del mundo, con todos los sistemas hidráulicos integrados en los propios brazos. Esto supone un gran cambio para los operarios, que, sin los grandes mazos de cables hidráulicos fijados a la parte delantera del equipo, disfrutan de líneas de visión claras del frente de la mina, lo que ayuda a mejorar la seguridad, la eficiencia y el tiempo de actividad.
«A menudo, cuando se produce una parada operativa en un equipo jumbo, se trata de una manguera dañada», afirma el superintendente minero Jeremy Sargent. «Por mucho que intentemos mantenerlas enrolladas, siempre se produce un desgaste, así que dedicamos mucho tiempo a cambiarlas cuando estallan o para realizar el mantenimiento preventivo.
«Además, en un sistema totalmente hidráulico, estas mangueras y válvulas deben pasar por la cabina. Si explota una manguera, esto puede suceder en el interior de la cabina, lo que supone un enorme problema.
Glenn Walker, operario, Stawell Gold Mines
Walker indica que no tener mangueras por la cabina de la perforadora Boomer M20 S también mejora la comodidad, ya que el aire acondicionado del equipo perforador no tiene que soportar el calor adicional que generan.
«Los operarios pueden mostrarse escépticos a la hora utilizar nuevos equipamientos», señala Walker. «Pero una vez que te acostumbras, te das cuenta de que no te van a quitar el trabajo. Es justo lo contrario. Hace que todo sea más consistente y previsible, lo que permite eliminar la ansiedad. El equipo perforador hace que sea más fácil disfrutar del trabajo, lo cual te permite trabajar durante más tiempo».
STAWELL recibió su primera perforadora Boomer M20 S hace dos años (un segundo equipo llegó a principios de año), pero McInerney y Sargent tiene claro que las enormes ganancias que ofrecen estos equipos son solo el principio, ya que Epiroc colabora con el equipo de la mina para desplegar su software de automatización ABC Total, que permite perforar una secuencia completa de barrenos de forma automática mediante el uso de un plano de perforación digital.
«A lo largo de las últimas seis semanas, hemos perforado hasta 600 barrenos utilizando lo que denominamos automatización supervisada, es decir, dejamos que el equipo realice sus movimientos de brazo y que encuentre su posición de perforación automáticamente», comenta McInerney.
«Se trata de un pequeño porcentaje del total de barrenos perforados, pero en la situación actual, si un equipo perforador perfora de media 24 000 metros al mes, podemos llegar a aumentar esa cifra en unos 2000 metros más.
«En última instancia, queremos que siga funcionando durante los cambios de turno y obtener así más metros perforados».
«Todo esto tiene mucho que ver con la asistencia integral que recibimos de Epiroc», añade Sargent. «Durante esas semanas, estuvieron aquí a nuestro lado, formando a los operarios y asegurándose de que los equipos perforadores hiciesen el trabajo previsto».
«Han sido más de 20 años de colaboración con Epiroc», señala Cole. «Han proporcionado asistencia comercial y empresarial para ayudarnos en nuestro trabajo y, a su vez, nosotros hemos participado y permitido el desarrollo de sus productos en nuestras instalaciones.
Aprovechar los cambios tecnológicos ayuda a mantener el espíritu innovador y también supone un estímulo en el trabajo. Te permite darte cuenta de la importancia de estas colaboraciones de larga duración. Son una parte muy importante de lo que hacemos aquí».
Stawell Gold Mines Stawell Gold Mines se fundó en 1981. Los trabajos subterráneos del emplazamiento se extienden desde el portal de Magdala en dirección noroeste por debajo de la población de Stawell.
· La mina ha estado en funcionamiento de forma continua desde 1981, salvo un breve periodo de cierre entre finales de 2016 y principios de 2019.
· Los 300 kilómetros de túneles de la mina alcanzan una profundidad de hasta un kilómetro por debajo de la superficie del suelo.
· También es el hogar del Laboratorio de Física Subterránea de Stawell, donde se llevan a cabo investigaciones sobre la materia oscura.