25 de abril de 2023
En una carretera minera polvorienta en la cordillera de los Andes, un monstruoso camión del tamaño de una casa revolotea con su carga de 300 toneladas de mineral. Al mirar hacia arriba a través de la cegadora luz solar andina, el observador tiene dificultades para ver al conductor en la cabina. Esto se debe a que no lo hay. Las máquinas se han hecho cargo de la mina. En Quellaveco, la mina de cobre más reciente de Anglo American, la multinacional minera presenta una visión de cómo será la minería en el futuro.
Situada en Moquegua y con un costo de aproximadamente 5000 millones de dólares, se espera que la mina produzca alrededor de 300 000 toneladas métricas anuales de cobre (más molibdeno) durante la próxima década, consolidando la posición de Perú como el segundo mayor proveedor del metal rojo por detrás de Chile.
Se espera que la nueva mina, uno de los mayores depósitos de cobre del planeta, siga produciendo metales durante décadas.
Siguiendo una ruta preprogramada, los veintiocho camiones sin conductor patrullan el foso, haciendo fila para recibir mineral tras la voladura o residuos de la pala eléctrica y luego transportarlo a la trituradora primaria o a las pilas de material, según sea necesario. Cuando se encuentran entre ellos o con otro vehículo en el camino, se detienen a la espera de decidir quién tiene prioridad.
Epiroc desempeña su papel con seis equipos de perforación Pit Viper autónomos. Con casi veinte metros de altura cuando están en posición, estos vehículos se desplazan automáticamente a una serie de barrenos de voladura.
Quellaveco está lejos de ser la primera mina en introducir vehículos autónomos. De Australia a Chile, las empresas mineras están compitiendo por introducir nuevas tecnologías en sus explotaciones, con el fin de mejorar la productividad, la seguridad y las condiciones de trabajo de los empleados. Pero este será el primer proyecto minero de nueva creación en implementar la tecnología en su diseño inicial.
La seguridad es uno de los mayores beneficios que ofrecen el transporte y la perforación autónomos. Los trabajadores no solo se mantienen fuera de peligro, sino que los equipos están programadas para ser mucho más cuidadosos que los operadores humanos.
"No hemos tenido un solo incidente causado por un equipo autónomo. Y, de hecho, los equipos autónomos han evitado posibles incidentes más graves si se hubieran controlado de forma convencional."
Los vehículos autónomos también han demostrado ser más productivos que los equipos convencionales, manteniendo un ritmo regular a lo largo del día. Además, los equipos Pit Viper han demostrado ser más precisos que los operadores humanos, perforando todos los barrenos a menos de 50 centímetros de la ubicación especificada en su patrón preprogramado de perforación y a la longitud especificada. La precisión con los equipos convencionales puede ser superior a 0.8 - 1.2 metros.
Esta precisión es crucial para garantizar que los explosivos se distribuyan correctamente por toda la roca para obtener la fragmentación correcta. Esto, a su vez, facilita todo el proceso de minería, desde la rapidez con la que se puede retirar la roca con una pala, su distribución segura en los camiones y cuán eficientemente se puede convirtir en polvo en la trituradora.
«Es de vital importancia para el proceso», explica Sanders. Pero gestionar una mina digital implica una serie de nuevos retos para los ingenieros de minas de Anglo American. Mantenerse en contacto con docenas de vehículos autónomos mientras se mueven por el pozo significa garantizar que haya suficiente espectro de banda ancha disponible en toda la explotación y en todo momento.
Esto puede ser difícil dada la complejísima topografía de la mina, con frentes de minas distribuidos en varios niveles a lo largo de una sinuosa montaña , explica el superintendente de perforación y voladura Akemi Lucero.
Inicialmente, dados los espacios reducidos en los que estaban trabajando, el sistema requería un remolque a menos de cien metros de cada equipo o se arriesgaba a que los equipos se detuvieran varias veces en cada turno. Pero al adoptar una tecnología de red más sólida, los ingenieros pudieron eliminar en gran medida las interrupciones y aumentar significativamente la productividad.
«Creo que esta también ha sido una experiencia de aprendizaje para Epiroc, ya que el apoyo que han proporcionado es diferente en cada explotación», señala Lucero.
Hasta ahora, la solución más rápida es enviar equipos de técnicos con escobas y paños implicados en una lucha infinita contra la suciedad para mantener los sensores brillantes. Dado que esto va en contra de la filosofía autónoma de Quellaveco, el equipo de mantenimiento también está trabajando en un sistema de soplado automatizado capaz de mantener el polvo alejado durante todo el día.
Pero la creación de una mina digital también ha brindado nuevas oportunidades. Dadas las diferentes habilidades requeridas para controlar el transporte y los equipos de perforación autónomos, Anglo American ha contratado a muchos recién llegados sin experiencia previa y los ha capacitado desde cero.
"Dos tercios de nuestros trabajadores nunca antes habían trabajado en la minería, lo cual es muy singular. Muchos ni siquiera contaban con un permiso de conducir antes de unirse a nosotros."
Karen Huamantuma, graduada recientemente en Ingeniería de Minas por la cercana Universidad Nacional de Moquegua, es una de las nuevas incorporaciones. Sus dedos pasan por encima del teclado mientras supervisa dos equipos Pit Viper que perforan a varios cientos de metros de distancia. Por encima de su cabeza, una gran pantalla indica los niveles de combustible y agua de cada equipo y muestra su progreso a través de las secuencias de barrenos que deben perforar.
«Nunca hemos estudiado nada parecido a esto. Ni siquiera sabíamos que existía algo así», señala. Sentada en una silla de oficina ergonómica, considera que la principal mejora ha sido la comodidad y la practicidad.
"No estamos expuestos ni a la suciedad ni al polvo, ni corremos el riesgo de sufrir una caída de rocas o algo parecido... es más cómodo que estar en casa."
Otra ventaja ha sido la simplificación de la toma de decisiones. En una cabaña baja al borde de la mina se encuentra el control de la misión de Quellaveco. Aquí, unos veinte ingenieros, como Huamantuma, se colocan frente a largas pantallas curvas para supervisar todos los aspectos de la explotación minera, desde la perforación y el transporte hasta el fresado y el envío.
Con todos los actores clave ahora en una sala, identificar los desafíos y coordinar una respuesta puede tomar solo unos minutos en lugar de media jornada de trabajo. Por ejemplo, si caen restos de metal en el molino concentrador debido a unos niveles de cobre más bajos, una palabra rápida del operador de la planta al planificador de la mina puede garantizar que la mina comience a extraer mineral más rico
«Podemos ver las tendencias de los datos antes de que haya un problema real y tomar medidas correctivas antes de que se convierta en un problema», explica Mancell.
