28 de febrero de 2022
En el noreste de Santiago de Chile, en los Andes, a una altitud de 3100 metros y a un tiro de piedra de la frontera con Argentina, se encuentra la explotación minera a cielo abierto Minera Los Pelambres (MLP). El emplazamiento, dirigido por el grupo minero chileno AMSA, cuenta con unas reservas enormes de cobre y molibdeno. Incluso con el éxito obtenido en la explotación, el Grupo AMSA aspira a mejorar todavía más.
«Los propietarios y el director general, Mauricio Larraín, se dieron cuenta rápidamente de que la nueva tecnología aporta valor. Los principales factores son el aumento de la seguridad y la productividad, y se han inspirado en gran medida en los proyectos de automatización desarrollados en Australia. La automatización simplemente parecía la mejor herramienta para lograr los resultados deseados», señala Rodrigo Izzo, director de línea de negocio de la división Surface de Epiroc Chile, y añade: «Tengo la sensación de que también les gustó la idea de contar con una tecnología pionera de automatización minera en Chile».
Epiroc ha mantenido un contrato de mantenimiento de equipos con MLP durante más de una década y fue el socio natural para desarrollar este esfuerzo colaborativo de automatización.
La elección se realizó para probar el concepto convirtiendo dos equipos de perforación diésel Pit Viper 351 en operaciones totalmente autónomas. Epiroc planificó, desarrolló y preparó las actualizaciones técnicas de hardware y software necesarias siguiendo una guía de cuatro pasos para la conversión hacia la automatización.
«Las primeras reuniones con la dirección dirigidas por los equipos de la zona de la mina y de D&B dirigidos por Fabián Ortega, Jimmy Madrid y Edgardo Pabst, tuvieron lugar a finales de 2018. MLP realizó el pedido a mediados de 2019 e implicamos a todas las partes interesadas, desde la dirección hasta el personal técnico y de TI. Era importante que todos los empleados de la empresa participaran en el proyecto», afirma Rodrigo Izzo.
Se actualizó la red inalámbrica de la mina y se instaló el hardware para los centros de control. Los dos equipos Pit Viper se retiraron de la producción para recibir las actualizaciones necesarias, uno en octubre de 2019 y el otro en enero de 2020.
«Cada equipo de perforación tardó cuatro semanas en reacondicionarse, tras lo cual se pusieron en marcha y se reincorporaron a la producción. Pedro Debia y Heath Young, ingenieros sénior de Epiroc Chile y EE. UU., respectivamente, se aseguraron de que todo funcionara correctamente antes de lanzar el primer equipo de perforación autónomo en diciembre de 2019, cuando se realizaron con éxito los primeros barrenos autónomos», afirma Rodrigo Izzo.
El sistema incluye un software de gestión de flotas llamado Surface Manager, un sistema de seguimiento en tiempo real para datos operativos. El sistema de control de equipos (RCS) integra las funciones Auto Level y Auto Drilling con un GPS de alta precisión. Las tareas implicadas requieren un control del proceso en lugar de un trabajo más manual, y los operarios recibieron una nueva formación para reflejar esta situación.
Incluso antes de recopilar y presentar las cifras, la empresa pudo ver resultados inmediatos. MLP se había fijado el objetivo de aumentar la utilización autónoma al 55 por ciento en marzo, y alcanzamos ese volumen en febrero», afirma Rodrigo Izzo.
La seguridad se mejora enormemente gracias al control remoto desde fuera de la mina. Los operarios trabajan ahora en un entorno de oficina con una ergonomía mejorada y con la eliminación de factores de riesgo como el polvo, la sílice, la vibración y el ruido. Además, las cifras de productividad y precisión han aumentado: la velocidad de perforación operativa ha aumentado un 10 %, la precisión de la profundidad del pozo ha aumentado más del 96 % y la utilización también ha aumentado gracias a la reducción de los tiempos de cambio de turno, la evacuación de voladuras y las transferencias de los operarios a lo largo del día. Además, el menor desgaste de los barrenos representa una ventaja adicional, lo que se traduce en menores costes de mantenimiento y una vida útil más larga.
El siguiente paso en el proyecto es convertir tres equipos Pit Viper eléctricos en operaciones semiautónomas de una sola fila, completando el plan inicial en 2021.
