Ronald Cofré: Fan de las “tuercas”
“Hay que enseñarle a las personas a pescar para no estar dándoles pescado todos los días”. Esa es la frase que Ronald Cofré, Líder Técnico de Servicios MRS, atesora en su memoria entre todas aquellas que le decía continuamente su maestro Emiliano Paz, quién trabajó durante 35 años en Atlas Copco, hoy Epiroc.
Este joven mecánico automotriz, y hoy estudiante de Ingeniería en Vehículo Automotriz y Máquina Pesada, pasó de ser aprendiz a supervisor en poco más de siete años.
Con dedicación
Proveniente de Combarbalá, Ronald llegó a Santiago siendo un niño. “Egresé del Complejo Educacional La Reina y llegué a hacer la práctica a Atlas Copco. Éramos como 20 estudiantes, de los cuales solo quedamos dos. Me contrataron apenas cumplí los 18 años, y me fui especializando en COP o componentes para perforadoras, que es el corazón de Epiroc".
Con dedicación
Proveniente de Combarbalá, Ronald llegó a Santiago siendo un niño. “Egresé del Complejo Educacional La Reina y llegué a hacer la práctica a Atlas Copco. Éramos como 20 estudiantes, de los cuales solo quedamos dos. Me contrataron apenas cumplí los 18 años, y me fui especializando en COP o componentes para perforadoras, que es el corazón de Epiroc".
Ronald recuerda con mucha admiración a quién fue su guía durante su proceso de formación en la compañía, Emiliano Paz, Supervisor de Taller, quien trabajó durante 35 años en Atlas Copco. "De don Emiliano aprendí a trabajar con dedicación, precisión y alta responsabilidad”, recuerda.
Explica que “he trabajado en la gran mayoría de las líneas de equipos presentes en Chile, tanto en terreno como en taller. Participé en reparaciones mayores de Pit Viper en faena. Me desempeñé en la línea de TME que son los equipos de interior mina, y después pasé a los ROC que son de precorte o perforación de superficie. Luego, retorné al área de componentes y actualmente superviso tanto a técnicos como a estudiantes en práctica del área. Me pongo buzo y trabajo con ellos ‘codo a codo’ si están algo sobrepasados de carga de trabajo, y los instruyo tal como a mí me enseñaron”.
Afirma que “en las situaciones críticas se ve el real compañerismo. Nuestro taller se destaca por tener mecánicos generosos, esforzados y muy leales a su trabajo”.
Rápido y alegre
Ronald se autodescribe como un hombre alegre y proactivo. Indica que su gusto por las carreras de vehículos lo impulsó no solo a observarlas, sino también a competir y obtener el tercer lugar.
Explica que “he trabajado en la gran mayoría de las líneas de equipos presentes en Chile, tanto en terreno como en taller. Participé en reparaciones mayores de Pit Viper en faena. Me desempeñé en la línea de TME que son los equipos de interior mina, y después pasé a los ROC que son de precorte o perforación de superficie. Luego, retorné al área de componentes y actualmente superviso tanto a técnicos como a estudiantes en práctica del área. Me pongo buzo y trabajo con ellos ‘codo a codo’ si están algo sobrepasados de carga de trabajo, y los instruyo tal como a mí me enseñaron”.
Afirma que “en las situaciones críticas se ve el real compañerismo. Nuestro taller se destaca por tener mecánicos generosos, esforzados y muy leales a su trabajo”.
Rápido y alegre
Ronald se autodescribe como un hombre alegre y proactivo. Indica que su gusto por las carreras de vehículos lo impulsó no solo a observarlas, sino también a competir y obtener el tercer lugar.
Como fan de la mecánica automotriz, dice que de vez en cuando le repara la camioneta a su abuelo, o autos a sus familiares.
También le apasiona el fútbol y esquiar, aunque ha estado algo alejado de estos deportes por sufrir una lesión.
“Me gusta viajar, e ir a lugares sin señal para aislarme un poco. También cocino. Hasta ahora nadie se ha quejado de mi mano”, asevera.
Ronald agrega que “una de mis metas a futuro es abrir mi propio taller automotriz para no depender de nadie, y aplicar allí todos mis conocimientos”.
También le apasiona el fútbol y esquiar, aunque ha estado algo alejado de estos deportes por sufrir una lesión.
“Me gusta viajar, e ir a lugares sin señal para aislarme un poco. También cocino. Hasta ahora nadie se ha quejado de mi mano”, asevera.
Ronald agrega que “una de mis metas a futuro es abrir mi propio taller automotriz para no depender de nadie, y aplicar allí todos mis conocimientos”.
