Abriendo nuevos caminos bajo la superficie

El equipo canadiense Diamonds in the Rough demuestra que las mujeres pueden realizar rescate en minas tan bien como los hombres.

Las mujeres son poco habituales en las competiciones de rescate en minas y las que compiten suelen hacerlo en equipos con hombres. Pero, en septiembre de 2018, se dio el primer paso hacia el cambio cuando el equipo canadiense Diamonds in the Rough, compuesto íntegramente por mujeres, compitió en la Competición Internacional de Rescate en Minas (IMRC) de Rusia, un país en el que las mujeres no pueden trabajar bajo tierra.

Para pagar los costes de su viaje, el equipo lanzó una exitosa campaña en GoFundMe y también recibió financiación de patrocinadores, siendo Epiroc uno de los donantes. Para Kari Lentowicz, fue un sueño hecho realidad ver cómo Diamonds in the Rough cruzaba la línea de meta tras completar la competición.

 

"La gente de nuestro entorno nos decía que no iba a funcionar, pero demostramos que sí se podía. El apoyo en Rusia fue absolutamente asombroso y los comentarios fueron abrumadores. Esta ha sido la mejor experiencia de mi vida", afirma Lentowicz, fundadora y una de los ocho miembros del equipo.

La IMRC es una competición anual, cuya primera edición se celebró en Louisville, Kentucky en 1999, y consta de las siguientes partes: extinción de incendios, primeros auxilios, examen teórico y prueba de relevos de rescate en minas. Los equipos se evalúan en función de cómo afrontan los problemas, si utilizan el equipo adecuado y si tratan las lesiones correctamente. Los participantes deben estar certificados y tener experiencia en el rescate en minas.

El hecho de que Diamonds in the Rough acabara en el puesto n.º 15 de 25 equipos hizo que se sintieran muy orgullosas, pero la mayor recompensa para el equipo sería lograr influir en los países que no permiten a las mujeres trabajar bajo tierra.

"En general, deben mejorarse las condiciones para las mujeres en la industria minera y no deberían existir los comentarios que afirman que las mujeres no son lo suficientemente buenas", sentencia Lentowicz.