La hora de oro para la automatización

La automatización está cambiando la minería subterránea en sus aspectos más fundamentales, con la mejora de la seguridad para los operarios como una de las ventajas más obvias. Cuando Newmont Cadia, la mina de oro más grande de Australia, quiso automatizar completamente uno de sus niveles de producción, recurrieron a Epiroc para obtener una solución que pudiera manejar tanto cargadoras como equipamientos auxiliares, independientemente del fabricante de los equipamientos.

Matthew Taylor, jefe de operaciones, Newmont Cadia

Es temprano por la mañana y el aire sigue siendo fresco en Orange, en Nueva Gales del Sur, Australia. El sol bajo proyecta largas sombras y un suave brillo sobre las colinas del valle. Los fotógrafos suelen referirse a esta hora del día como la «hora de oro» debido a sus condiciones ideales para capturar imágenes dramáticas y hermosas. Si tiene suerte, incluso es posible ver canguros moviéndose entre los árboles durante los 25 kilómetros de carretera que van desde el centro de la ciudad hasta Newmont Cadia, una de las minas de oro más grandes y profundas de Australia.

 

La historia de la minería en el valle de Cadia se remonta a mediados de la década de 1850 y, desde entonces, ha evolucionado desde operaciones en yacimientos a cielo abierto hasta convertirse en una de las minas subterráneas más avanzadas del mundo. En la actualidad, la mina consta de dos grutas de paneles principales: PC1 y PC2, de 1200 y 1400 metros de profundidad, respectivamente, que se explotan utilizando un método de gruta de bloques donde el mineral se extrae mediante rebaje, provocando su colapso gradual bajo su propio peso. A continuación, el mineral se puede extraer de un nivel de producción utilizando cargadoras subterráneas.

 

«El derrumbe de bloques nos dio un método para extraer el mineral a un coste relativamente bajo. Y si podemos explotar la mina al coste adecuado y mantener a nuestro equipo seguro, podemos estar aquí durante décadas», explica Matthew Taylor, jefe de operaciones de Newmont Cadia.

Epiroc ha estado presente en las operaciones de Cadia desde 2005, cuando se inició el desarrollo de una nueva sección de la mina subterránea, Cadia East. Desde entonces, la explotación ha incluido un gran número de equipos Epiroc, incluido el desarrollo del primer equipo perforador de producción Simba E7C, uno de los modelos de equipo perforador de producción más populares de Epiroc hasta la fecha. Cadia también ha utilizado el equipo perforador frontal Boomer M20, así como varias cargadoras subterráneas Scooptram ST18. Además, actualmente hay unos 20 empleados de Epiroc con base en la mina, que trabajan principalmente en el servicio y mantenimiento de la flota.

 

La seguridad es uno de los valores fundamentales de Newmont, que se refleja en todas sus operaciones en todo el mundo. La seguridad también es un gran reto en el derrumbe de bloques subterráneos debido a la aparición de riesgos sísmicos y de avalanchas. Este fue especialmente un problema en Panel Cave 1, lo que motivó a Newmont y Epiroc a iniciar esfuerzos en busca de un nivel de producción autónomo en 2017, basado en una visión de dirigir las operaciones de una forma totalmente remota, sin personas expuestas al riesgo de derrumbe. Mientras que Epiroc proporcionó cargadoras automatizadas para el nivel de producción, se necesitaban otros tipos de equipamiento en caso de que un punto de extracción se bloqueara debido a la presencia de cuñas o rocas grandes acumuladas. Esto generó a la necesidad de desarrollar un sistema de automatización capaz también de manejar equipos de rotura secundaria de varios fabricantes de equipamiento, algo que nunca se había hecho antes.

 

La solución fue Deep Automation de Epiroc, un conjunto de sistemas y aplicaciones de vanguardia utilizados para controlar el flujo de manipulación de materiales subterráneos. «Nunca antes habíamos integrado otros tipos de equipamientos en el mismo sistema para poder completar cada actividad en nuestro nivel de extracción de forma autónoma, sin poner en riesgo a las personas», afirma Taylor.

Matthew Gibbons, director de tecnología, Newmont Cadia

Hoy en día, el nivel de producción se controla totalmente desde la superficie utilizando Deep Automation, con seis a ocho cargadoras Scooptram ST18 trabajando simultáneamente, transportando mineral desde los puntos de extracción hasta la trituradora. Cuando es necesario, se puede navegar por el área de producción con un rompedor de rocas, un cañón agua de MacLean Engineering o un robot de inspección utilizando técnicas de control remoto, sin interrumpir el funcionamiento del resto de equipos.

 

«El desarrollo de Deep Automation y la integración de diferentes OEM y tareas en un único sistema forman ahora una capacidad única que tanto Newmont como Epiroc tienen, y esto se puede utilizar en muchos entornos y métodos de minería diferentes», afirma Taylor.

 

Matthew Gibbons, director de tecnología de Newmont Cadia, ha estado profundamente involucrado en el desarrollo del proyecto de automatización durante los últimos años y ve la interoperabilidad de Deep Automation como una característica fundamental para minas vanguardistas con diferentes tipos de equipamientos que necesitan trabajar juntos.

 

«El enfoque independiente de los fabricantes de equipos originales es vital para el futuro de la tecnología en la automatización. Sin Deep Automation en Cadia, no operaríamos en Panel Cave 1», señala Gibbons.

La sala de control de superficie de Newmont Cadia está lejos del entorno complejo que a menudo se asocia con la minería subterránea. Varias estaciones de operario están alineadas una al lado de la otra, mientras que las pantallas más grandes con paneles de control proporcionan una visión general clara de la explotación para todos.

 

Aquí, los operarios pueden disfrutar de una oficina con aire acondicionado, así como de desplazamientos mucho más cortos al trabajo en comparación con el trabajo subterráneo. Otra ventaja es la capacidad de mantener las cargadoras trabajando durante los cambios de turno, desbloqueando horas adicionales de producción y utilización.

 

Y esto no es más que el principio. Epiroc y Newmont celebran reuniones periódicas para destacar las mejoras técnicas y de facilidad de uso, lo que ha generado una sólida colaboración a lo largo de los años en lugar de una relación tradicional proveedor-cliente.

 

«La colaboración entre Newmont y Epiroc ha sido fantástica. Nos hemos planteado algunos retos muy ambiciosos, y Epiroc nunca dijo que no se podía hacer», explica Gibbons.

 

Quizás sea la combinación de soluciones de automatización de vanguardia, mentalidades abiertas y una colaboración profunda la clave del éxito de Newmont Cadia, lo que también se refleja en los registros de producción y en el elevado nivel de utilización de los equipos. Podemos hablar de una hora de oro para la automatización, con condiciones ideales para que se materialicen ideas nuevas y valientes.

 

Con el desarrollo de Deep Automation, parece que los retos a lo largo del camino solo han ayudado a fortalecer la relación entre Newmont y Epiroc. Guiados por su visión compartida de impulsar los límites de la tecnología, ambas partes siguen comprometidas con el avance del futuro de la productividad y la seguridad en la minería.

 

«He visto mejorar el rendimiento promedio de PC1 y también he visto aumentar el récord de toneladas diarias. Alcanzamos un nuevo récord casi cada mes o cada dos meses, y lo hemos conseguido gracias a esta gran colaboración y a esta gran gente», señala Taylor y concluye sonriendo:

 

«El equipo debería estar increíblemente orgulloso».

Operaciones en el valle de Cadia · El yacimiento de Cadia se descubrió en 1992 · Una de las mayores explotaciones mineras de oro de Australia · Ubicada a 25 kilómetros de Orange en Nueva Gales del Sur · Propiedad al 100 % de Newmont Corporation · La vida útil actual prevista para la mina es de 25 años (2050)

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